Genotipos y protección, ¿en qué punto estamos?

El circovirus porcino tipo 2 (PCV2) ha sido un virus peculiar desde su irrupción en el panorama productivo en la década de los 90. Desde su descubrimiento, se ha visto que este virus está implicado en una gran variedad de presentaciones clínicas como la reproductiva, respiratoria y el síndrome de dermatitis y nefropatía, a parte del síndrome de desmedro multisistémico post destete.

A pesar de esto, se considera que la forma más común de la enfermedad es la subclínica (Segalés et al. 2012). Los roles de PCV2 en estas enfermedades, así como sus mecanismos patogénicos, no están del todo claros; por ello, no es tan fácil de interpretar qué quiere decir o que implica detectar la presencia del virus en animales o en muestras de tejidos.

Una de las características más peculiares de este virus, es su tasa de mutación, considerada de las más altas para los virus ADNss (Firth, 2009). Este hallazgo contribuyó a cambiar los paradigmas sobre la evolución de los virus ADN.

En el caso concreto del PCV2, las mutaciones han hecho posible la aparición de diferentes genotipos. La recombinación es otro de los factores conocidos, que contribuyen a la diversificación de los virus, siendo esta característica especialmente importante en la aparición de nuevos tipos de virus.

En el caso del PCV2, se han descrito algunos casos de recombinación, aunque la comunidad científica cuestiona su fiabilidad (Franzo et al. 2018).

Por lo tanto, la contribución de la recombinación en la generación de nuevos genotipos de PCV2 aún no está clara.

La evolución del virus no ha seguido un camino constante a lo largo de su historia. Su propensión a acumular mutaciones, ha contribuido a generar una gran variabilidad en su genoma. Diferentes genotipos aparecieron gradualmente en el tiempo, aunque no todos han persistido o se han extendido entre la población porcina.

La clasificación más aceptada actualmente distingue ocho genotipos nombrados desde PCV2a a PCV2h (Franzo, 2018).

A pesar de esto, PCV2a, PCV2b y PCV2d son los genotipos más extendidos, representando el 96,31% de los genomas secuenciados de PCV2 en cerdos domésticos (Franzo, 2018).

La prevalencia (y relevancia) de estos genotipos ha ido cambiando con el tiempo. PCV2a fue el primer genotipo en aparecer en 1996 y dominó el panorama epidemiológico hasta el cambio a PCV2b en 2003 (Dupont et al. 2007), que a su vez fue seguido por el cambio a PCV2d durante la misma década (Guo et al. 2010).

A pesar de que PCV2 tiene una distribución mundial, existen diferencias geográficas en la distribución de sus genotipos (Figura 1).

De los 8 genotipos existentes, solo los PCV2 a, b y d tienen una distribución mundial (Franzo et al. 2018), siendo de estos 3, PCV2b el genoma más aislado en Europa, Norte y Sur América. Por su parte el PCV2d fue particularmente sobresaliente en Asia, donde su aislamiento fue superior al del PCV2b.
Mapa mundial de la situación de los nuevos genotipos de PCV2 (Circovirus Porcino)

Figura 1. Distribución mundial de los genotipos de PCV2. Los gráficos circulares representan la proporción en cada continente del genotipo entre las secuencias de PCV2 depositadas en la base de datos pública. La imagen fue reelaborada a partir de Franzo et al. 2018.

Como ya habíamos comentado con anterioridad, el PCV2a a día de hoy, es el que menor prevalencia presento en los citados continentes. En África y Oceanía, sí que el PCV2a fue más prevalente, aunque el número de datos disponibles era insignificante y, por lo tanto, los resultados no fueron representativos.

A pesar de la evolución del PCV2, se considera que la respuesta inmune, tanto humoral como celular, tiene la capacidad de reaccionar de forma cruzada entre los diferentes genotipos (Semadaali et al. 2015, Fort et al. 2012).

Por otro lado, no está demostrado que la virulencia de PCV2 pueda haber variado durante esta evolución (Franzo et al. 2020), por lo que no se puede concluir que haya cepas con mayor virulencia que otras.

La recombinación, en los virus en general, se sabe que puede contribuir a la evasión de la respuesta inmune (Pérez-Losada, 2015). Sin embargo, no hay constancia
de la existencia de cepas de PCV2 recombinantes que hayan conseguido esquivar la protección ofrecida por los programas vacunales actuales. Además, no hay que
olvidarse que no hay un consenso de la comunidad científica sobre la existencia de cepas recombinantes.

Por lo tanto, se puede concluir que actualmente se desconoce si la recombinación, como mecanismo de evolución del virus, puede poner en peligro los actuales planes de control mediante la vacunación.

Basado en lo que se conoce hasta ahora del virus, expertos en PCV2 sostienen que la recombinación no es una fuente de variación genética lo suficientemente grande, como para que afecte a la capacidad de protección de las vacunas actuales (Segalés, 2020)

Una vacuna es mucho más que un antígeno metido en un vial. Varios otros aspectos como adyuvante y ruta de administración son fundamentales a la hora de definir la respuesta inmune que la vacuna va a producir.

Adicionalmente, la formulación de la vacuna también viene condicionada por aspectos de seguridad y otras características y requisitos demandados por los clientes y autoridades ya sean por ejemplo temas de seguridad, protección frente a diferentes genotipos de PCV2 o combinación con vacunas para otras enfermedades, como en el caso de las combinaciones con Mycoplasma hyopneumoniae.

Aunque las vacunas pueden producir una respuesta inmune cruzada frente a diferentes genotipos de PCV2, este hecho no garantiza que puedan conferir protección.

De hecho, hasta ahora no se ha conseguido identificar ningún marcador que pueda indicar de manera precisa si un animal inmunizado está protegido o no.

Por lo tanto, las pruebas clínicas de eficacia, ya sean en condiciones de campo o experimentales, son absolutamente necesarias para demostrar protección frente a los diferentes genotipos y así cumplir con los requisitos de las autoridades para incluirlo en sus indicaciones.

Dicho en otras palabras, cualquier vacuna de PCV2 puede prevenir enfermedad en cerdos infectados con determinadas cepas de PCV2d, sin embargo, eso no significa que pueda controlar una infección por PCV2d en todas las situaciones, y menos aún en situaciones con un desafío de nivel medio o alto.

De todas las vacunas registradas para PCV2, solo un pequeño número ha demostrado su eficacia clínica frente a los diferentes genotipos de PCV2 y por tanto han llegado a registrar dicha indicación.

Mhyosphere PCV® ID

Mhyosphere® PCV ID es la primera y única vacuna basada en una cepa recombinante de Mycoplasama hyopneumoniae (M.hyo), llamada Nexyhon, que expresa la proteína de la cápside del Circovirus Porcino tipo 2 (PCV2) en su citoplasma.

Lo que Mhyosphere® PCV ID ofrece a nivel de campo es:

  • El control de la Neumonía Enzootica, ya que se reducen las lesiones pulmonares y la incidencia de estas en la granja.
  • Una amplia protección frente a PCV2, ya que Mhyosphere® PCV ID fue la primera vacuna en Europa con eficacia registrada frente a los genotipos más prevalentes de PCV2 como son el a, b y d. Habiendo demostrado reducción de la viremia, la duración de esta viremia y la carga vírica en tejidos linfoides y pulmón. Además de la reducción de la excreción nasal y fecal del virus y la duración de esta excreción vírica.
  • Finalmente y como consecuencia de ambas patologías, se reducen las pérdidas de ganancia media diaria y la tasa de eliminación de animales como se observó a los 6 meses de edad en los estudios de campo.